jueves, 10 de marzo de 2011

A mi amado Egipto

   Te he amado demasiado y ahora te adoro hasta la obsesión, si cierro los ojos puedo ver tu arena dorada uniéndose al azul del cielo, puedo oler los papiros creciendo a orillas del Nilo, ¡Oh gran Nilo! Tan hermoso y tanta historia que albergan sus orillas.
Tierra donde a cada paso puedes ver lo grande que fue, esa que aún lo es; lugar donde los templos emergen grandiosos y puedes encontrar la séptima maravilla, allí donde dejé mi corazón.
Te he visto sufrir y el dolor me abrumó, quise defenderte a capa y espada, y recé a los dioses que un día albergaste para que te llevaran la felicidad. Ahora, cuando podemos ver como resurges fuerte y grandioso como siempre fuiste, les doy las gracias y pido que cuiden a todo Egipto.

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