Los dos se miraron con
los ojos centelleantes, seguros de haber encontrado al amor de su
vida, o por lo menos eso la parecía a ella.
La madre, al saber
quien era aquel apuesto joven, le hizo pasar colmándole de
atenciones, pues había salvado a su hija. Aquella madre, enamorada
de la niña de sus ojos, era feliz, aquel muchacho guapo, educado y
todo un caballero, trataba a su hija con gran delicadeza y amor,
además hacía tanto tiempo que no veía aquel brillo en sus ojos.
Casi sin darse cuenta
los días fueron pasando y la muchacha estaba más enamorada que
nunca, la felicidad llenaba su corazón gracias a él. Pero aquella
madre, temerosa de su hija, comenzó hacerse aquellas preguntas que
amor de la muchacha no la permitían hacer ¿Cómo la había
encontrado? ¿Dónde trabajaba? ¿De dónde sacaba el dinero para
aquellos regalos tan caros? Ellas no sabían nada de él, a pesar de
las veces que le habían preguntado pero tan solo encontraban meras
evasivas para no responder.
Un día la muchacha
entró por la puerta, más feliz que nunca, él la iba a llevar a un
viaje de ensueño por la romántica Venecia.
Aquella muchacha,
rebosante de felicidad por cada poro de su cuerpo, no lo veía, no se
daba cuenta de las incoherencias de sus palabras, de sus actos. En
cambio la madre si podía verlo e intentaba una y otra vez auto
convencerse que todo iba bien pero, algo dentro de ella, la llevaba
la contraria.
Una tarde estaban las
dos sentadas en el viejo sofá, cuando la madre intentó abrir los
ojos de su amada hija:
-Querida hija, se
que lo amas, pero silencia tu corazón por unos momentos y escucha a
tu mente, él no tiene familia ni trabajo pero si dinero para pagar
esos regalos, no dice como te encontró, quien es, de donde viene o
como llegó hasta aquí, por favor hija, escucha a la razón.
La muchacha no
comprendía a su madre, no entendía porque decía aquellas cosas,
miró a su madre y lágrimas de ira y contestó:
-Madre, él solo es
reservado, y quizás eres tú quien debería escuchar.
La muchacha salió de
la casa y corrió en brazos de él, estaba desesperada y convencida
de que ella se equivocaba.
En ese momento un
hombre que te ama sofoca tus lágrimas y te amina a solucionar los
problemas con la mujer que dio la vida, pero aquel hombre no, la dio
una copa y a alentó las lágrimas con palabras en contra de la
madre, después de ver sus ojos casi enfermos de la pena, tuvo una
gran idea salir hacia aquel viaje de ensueño a primera hora de la
mañana.
Aquella muchacha con
ojos cubiertos por la venda del amor, no supo escuchar a la mujer que
daría su vida por ella, sin darse cuenta se lanzó a los brazos de
la desesperación aceptando aquel viaje, un viaje de ensueño que se
convertiría en la peor de sus pesadillas, a no ser, que aquella
madre, fuerte y segura de salvar a su hija a cualquier precio,
llegara a tiempo para quitar la venda.(continuará)
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